Durante la segunda mitad del siglo XX y los primeros años del XXI se han producido en Europa una serie de hechos muy significativos: aparición de nuevos países en el mapa político, un intenso proceso de inmigración, avances científicos y técnicos, desarrollo de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y, en definitiva, la globalización entre personas y culturas. La novela responde de manera diferente ante esta problemática.
En Francia, después del periodo existencialista, aparece un grupo de autores que buscan una nueva forma de narrar y forman el llamado "nouveau roman", que se caracteriza por que el novelista debe desaparecer del relato y ser un narrador anónimo. Los personajes carecen de perfil individual. La historia refleja el desorden ilógico de la vida y se construye según se va escribiendo. Espacio y tiempo están limitados, el lenguaje y las técnicas de composición se modifican y el lector debe participar en el proceso.
- Los principales autores de esta tendencia son Natalie Sarraute (1902-1993), autora de Retrato de un desconocido; Robbe-Grillet (1922-2008), que escribe El mirón; Michel Butor (1926), autor de La modificación (1957), novela en la que un hombre, encerrado en un compartimiento del expreso París-Roma, pasa revista minuciosamente a su vida; y Marguerite Duras, autora de El amante. (1914-1966).
- Con posterioridad, otros autores han seguido la tendencia existencialista o la señalada por el "noveau roman": Julien Green (1900-1998), cuyos relatos y novelas giran en torno al dolor y a la angustia del hombre (Léviathan); Marguerite Yourcenar (1903-1987); Claude Simon (1913-2005), que en la línea del "nouveau roman" escribió Historia.
En Italia, la corriente más importante es el Neorrealismo, que pone el énfasis en lo ideológico sobre lo estético: la narración debe reflejar situaciones concretas, casi de forma documental.
- Los principales autores son Alberto Moravia (1907-1990) cuya novela más conocida es La Romana, sobre la mísera vida de una prostituta; Cesare Pavese (1908-1950): La luna y las fogatas; e Italo Calvino (1923-1985), que se inició en esta tendencia (El sendero de los niños de araña) y más tarde se interesará por el mundo de la fantasía (El vizconde demediado).
- La novela histórica está representada por Umberto Eco (1932), que en 1980 publicó una de las novelas más importantes de este género, El nombre de la rosa, en la que reconstruyó el periodo histórico del siglo XIV.
- Alessandro Barrico (1958), con su novela Seda, y Antonio Tabucchi (1943), autor de Sostiene Pereira, se adentran en temas propios de la novela existencial: la soledad y la incomunicación entre los seres humanos.
En Portugal, José Saramago (1922-2010) es el más importante de los novelistas. Fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura en 1998, y es uno de los autores más leídos de las últimas décadas. En una de sus novelas más conocidas, Ensayo sobre la ceguera, se relata la extraña epidemia de ceguera que afecta a todo un país. Cuenta, además, con un buen número de títulos, de gran éxito entre el público lector: El Evangelio según Jesucristo, Todos los nombres, Las intermitencias de la muerte, El hombre duplicado, La caverna...