Localización del Sujeto oracional
De forma general todas las oraciones están estructuradas en sujeto y predicado, tradicionalmente "aquello de que se dice algo" el primero y "lo que se dice del sujeto" el segundo (Alarcos Llorach, 1999).

Para comenzar a analizar sintácticamente enunciados oracionales simples, lo primero que habrá que tener en cuenta es que dicho enunciado dispondrá únicamente de un solo verbo (bien en forma simple, compuesta o perifrástica) que funcionará como núcleo del sintagma verbal, predicado. Dicho elemento verbal será el que servirá para establecer las pautas que nos servirán para delimitar el espacio del sujeto y del predicado en la oración. Para ello, a lo largo de la historia del análisis sintáctico, se han establecido varios métodos para identificar el sujeto (preguntas al verbo, sustitución pronominal, etc.), aunque, debido a su baja eficacia y la generación de dudas y análisis erróneos, aquí se va a plantear una metodología basada en la concordancia en número y persona que se establece en todas las oraciones entre el núcleo del sujeto (sustantivo o pronombre) y el núcleo del predicado (verbo).
Pautas para identificar el Sujeto oracional
Para llevar a cabo esta explicación, utilizaremos como ejemplo una de las típicas oraciones que suele generar dudas: A Luis le duele el brazo.
- En primer lugar habrá que localizar el verbo de la oración. A Luis le duele el brazo.
- El siguiente paso será determinar en qué persona y número se encuentra. En este caso concreto, duele: 3ª persona del singular.
- A continuación, manteniendo la misma persona (1ª, 2ª o 3ª), modificaremos su número de singular a plural o viceversa. duele: 3ª persona del singular > duelen: 3ª persona del plural.
- El siguiente paso es utilizar el verbo del apartado anterior para sustituirlo en la oración por el verbo original. A Luis le duele el brazo. > A Luis le duelen el brazo.
- Si la oración resultante es agramatical, bastará hacer coincidir en el mismo número (de singular a plural, o viceversa) el elemento correspondiente para que concuerde con el "nuevo" verbo y, con ello, la oración será correcta. *A Luis le duelen el brazo > A Luis le duelen los brazos.
El elemento que cambiemos en el apartado 5.º, para que la oración resulte correcta, será el sujeto de la oración (en este caso el brazo, los brazos).

Además de los cinco pasos para localizar el sujeto, hay que tener en cuenta estas tres situaciones posibles:
- Si llegados al punto 4.º la oración resultante es gramaticalmente correcta, nos encontraremos ante una oración con sujeto omitido. Iré al cine mañana > Iremos al cine mañana.
- Si la oración tiene un verbo copulativo (ser, estar, parecer...), hay que tener cuidado porque, al llegar al punto 5.º, para hacer gramaticalmente correcta la oración, deberemos cambiar de número palabras que se encuentren en el predicado, concretamente el atributo. Yo soy muy alto > Nosotros somos muy altos. Habrá que recordar que, en las oraciones con verbo copulativo, el sujeto es de quien se nos dice una cualidad específica acerca de qué es, cómo está o qué parece.
- Hay que tener cuidado con las oraciones impersonales, porque pueden inducir a crear falsos sujetos, como suele ocurrir con las impersonales con verbo "haber". En la carretera había muchos coches. > *En la carretera habían muchos coches. Estas oraciones nunca tienen sujeto y su verbo no se puede enunciar en plural.