Introducción: el legado grecorromano

El legado grecorromano


Explicar los órdenes clásicos a partir de la preocupación griega por construir a escala humana y advertir la “armonía visual” y refinamientos ópticos que utilizaron los arquitectos en curvatura de entablamentos, inclinación y éntasis de las columnas, y distancia desigual de los intercolumnios para corregir las aberraciones naturales del ojo humano. Definir sus creaciones arquitectónicas, destacando la importancia del Partenón en la cultura griega, analizando planta y alzado, así como la decoración escultórica.


La escultura griega por su importancia posterior, debe ser analizada en virtud de los grandes problemas externos e internos que resuelve. De entrada, los maestros del siglo V diferencian la “escultura” de la “imagen de culto”, a través de las creaciones de Policleto y Fidias. Policleto, que se ocupará meramente de los aspectos formales, rompe la “ley de la frontalidad” y aplica el canon de belleza basado en siete cabezas, regulando sus esculturas profanas por el principio de “Diartrosis”. Fidias agrega a estos rasgos un contenido anímico (el “quid divinum”), que hace que sus figuras de dioses dejen de ser simples esculturas para convertirse en imágenes de culto que provocan la devoción del fiel. (Para aclarar estos conceptos, situémonos en el siglo XVII español, señalando las diferencias entre una escultura-retrato ecuestre de Felipe III o Felipe V- y una imagen- Crucificado procesional de Gregorio Fernández o Martínez Montañés-) Explicar, asimismo, la doble tendencia de la escultura del siglo IV: la “charis” o gracia ática de Praxiteles y el “pathos” dramático Scopas. Por ultimo ver el resumen de todas estas tendencias en Lisipo, “el ultimo de los clásicos”

 

Con respecto al mundo helenístico, señalar sus límites, el proceso de secularización del arte y de su carácter mundano.

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