Seguridad, privacidad e identidad digital
en el entorno escolar

Todos nosotros nos relacionamos con personas que están cerca, y lo hacemos en diversos lugares: en casa, en el colegio, en la calle, en los parques, en las tiendas, en el cine, en el polideportivo... Cuando nos relacionamos en estos lugares las personas nos vemos la cara, nos podemos tocar, podemos ver nuestros gestos y modificar nuestra conducta si vemos que algo sienta mal, o seguir con la gracia y pasarlo pipa juntos. Todo queda en ese momento, las palabras se esfuman en el aire aunque algunas queden en nuestra memoria.

También tenemos accesorios: móvil, tablet, ordenador... que nos permiten relacionarnos con personas que no están tan cerca. A estas personas no las vemos directamente, nos comunicamos con ellas a través de dichos accesorios. Entonces, ¿cómo sabemos quién está detrás de los mismos? ¿Está quien dice que está? ¿Y qué pasa con lo que decimos o hacemos? ¿Queda registrado en algún lugar? ¿Se puede recuperar esa información? ¿Es cierto todo lo que se nos cuenta?

Para utilizar estos accesorios necesitamos conocer algunas precauciones que debemos tomar.


Cuando estamos hablando, o comentando, algún asunto a través de la red debemos tener en cuenta que los receptores no suelen ver nuestros gestos ya que no estamos presentes.

A la hora de construir nuestra identidad en la red debemos guardar una serie de formalidades y normas de cortesía, una netiqueta; ésta sería el conjunto de normas de urbanidad y convivencia en nuestras interacciones virtuales.

Muchos son los malosentendidos que se pueden evitar con tan sólo usar dichas normas en los chat, comentarios en los blog, mensajes en Twitter...

¡Te invito a que conozcas algunas de ellas en la siguiente página!